"Luces brillantes bailaban ante mis ojos... Lejanas estrellas en la inmensa y devoradora oscuridad de la noche. Por un momento no sabía dónde estaba, me había quedado dormida... ¿En medio de una pradera? Giré la cabeza y ahí estaban sus ojos, como diamantes congelados en el tiempo, su fría y a la vez cálida mirada... Las estrellas los envidiaban... " -
De repente, abrí los ojos. Era todo un sueño. Otra luz brillante ante mis ojos me cegaba pero... no eran estrellas. Mi vista se empieza a enfocar... no puedo respirar bien y dos manos me agarran. Eran los focos de una lámpara. Me había desmayado...
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