Un hola y un adiós. Un cerrar los ojos ante unos labios o cerrarlos tras una decisión que traerá lágrimas. Un "no puedo" o un "lo conseguiré"... Créeme, cada decisión depende increíblemente de todas las anteriores. Tenemos demasiadas ante nosotros por lo no nos queda otra que decidir inconscientemente según como seamos.
Sin embargo, siempre llegamos a un punto en el que falla algo, falta algo. Y es ahí cuando debemos decidir si seguir con todo tal como estaba o si cambiar ese pequeño algo (o gran algo) en nosotros que desencadene todo lo demás.
Parece
... Y así acabamos. Locos. Todos locos.